Tecnología y flexibilidad como fórmula para PYMEs para superar la crisis

La pandemia del coronavirus ha supuesto una grave amenaza para empresas de todos los sectores de actividad y tamaño. Sin embargo, también ha hecho que muchas empresas se replanteen la necesidad de comenzar su proceso de transformación digital para aprovechar las oportunidades.

Los expertos hablan de un cambio en el tejido empresarial hacia la digitalización. Pero para ello es REQUISITO INDISPENSABLE que las pequeñas y medianas empresas muestren cierta flexibilidad con sus empleados.

De lo contrario, los efectos reales de la digitalización no serán tan notorios.

Según un estudio elaborado por la Universidad Oberta de Cataluña y publicado recientemente, los sectores de actividad que se han mostrado más a favor del teletrabajo son aquellos a los que menos les ha afectado la crisis económica derivada de la pandemia.

Joan Torrent, catedrático de Economía y profesor e investigador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, indica que en el nuevo milenio han tenido lugar varias crisis económicas.

Partiendo de lo aprendido en todas ellas, lo más probable es que las compañías no vuelvan a contratar a todos los trabajadores despedidos a raíz del Covid-19. Además, el economista considera que serán los países asiáticos los líderes de la recuperación económica en los próximos años.

Los expertos apuntan a dos pilares fundamentales para la recuperación económica:

La transformación digital requiere de la formación de los empleados, movilizando sus capacidades profesionales para obtener unos resultados duraderos y positivos.</p> <p>Además, se hace necesario el cambio en la cultura empresarial, de tal forma que la organización en su conjunto pueda interactuar con las nuevas tecnologías existentes en el mercado.
Además de la formación en las empresas, es necesario que la sociedad sea capaz de enfrentarse a los retos existentes a través de la tecnología.

Claves en la digitalización de las empresas

Al contrario de lo que algunas PYMEs consideran, un verdadero proceso de transformación digital no supone única y exclusivamente la inversión en nuevos soportes tecnológicos o la creación de perfiles de redes sociales.

Se trata de una total renovación de la cultura empresarial y de todos los departamentos que forman parte de la compañía. Es un proceso complejo, en el que la organización incorpora nuevas tecnologías y procesos digitales para adaptarse al nuevo entorno digital, buscando mejorar su eficiencia, ahorrar costes operativos y, en definitiva, obtener mejores resultados.

Sin miedo a los obstáculos

Al igual que en otros muchos ámbitos de la vida, el miedo al cambio es uno de los principales obstáculos que impiden a las PYMEs comenzar su proceso de transformación digital. Es el momento idóneo para dar el primer paso, y el capital humano debe ser el activo más importante y valioso. Desde la dirección, deben hacer comprender la necesidad de la introducción de nuevas herramientas, mostrando cierta flexibilidad y adaptabilidad.

Inversión en formación

La digitalización de las pequeñas y medianas empresas requiere de la formación de los trabajadores. De esta manera se consigue mayor motivación y, en consecuencia, mayor productividad. Los empleados deben sentirse parte de la organización, y es esencial tomar en consideración sus opiniones.

Nuevo plan de negocio

Una vez se comienza el proceso de transformación digital, las compañías deben realizar una reestructuración completa, lo que implica el desarrollo de un nuevo plan de negocio. Para ello, el primer paso es conocer la situación actual del negocio, evaluando sus fortalezas y debilidades. El objetivo es mejorar el posicionamiento en un mercado muy competitivo.

Los clientes son lo más importante

Para las empresas del siglo XXI sus clientes son su mayor fuente de información. Conviene realizar periódicamente análisis de los datos obtenidos sobre ellos y su comportamiento ante el producto o servicio.

El ámbito presencial sigue siendo relevante

El hecho de digitalizar las empresas no implica que haya que descuidar la estrategia offline. En ningún caso debe quedar relegada a un segundo plano. Se trata de buscar el punto de equilibrio óptimo entre el ámbito digital y presencial, optimizando los recursos disponibles y aprovechando los beneficios que aportan las nuevas tecnologías.

Solo a través de la digitalización las PYMEs pueden superar la crisis del coronavirus y obtener un posicionamiento privilegiado en el mercado.

Se trata de alcanzar un crecimiento sostenible y con escalabilidad, aprovechando las oportunidades y haciendo frente a las amenazas.

Por desgracia, el Covid-19 ha generado un cierre masivo de negocios en todo el mundo. Esto se debe, en parte, a que muchas pequeñas y medianas empresas no tienen una presencia digital sólida ni la estructura necesaria para llevar a cabo sus operaciones de manera virtual.

Los retos para la digitalización de las PYMEs son dos en el momento actual. A pesar de ser el principal motor económico en la gran mayoría de países del mundo, son las organizaciones más vulnerables.

En muchos casos, las dificultades que presentan para sobrevivir en el mercado se debe a la resistencia al cambio y a la falta de flexibilidad, algo que por lo general no sucede en las grandes compañías, acostumbradas a la innovación constante.

El otro desafío es la falta de conocimiento especializado. Los negocios necesitan contar con profesionales especializados en diferentes áreas digitales, como :

Big Data
Machine Learning

Tecnología y flexibilidad como fórmula para PYMEs para superar la crisis

Al igual que sucede en las startups, es esencial que las PYMEs establezcan una cultura empresarial de innovación constante y de adaptación a las nuevas tecnologías y tendencias del mercado. Son las principales herramientas para digitalizar las organizaciones desde dentro hacia afuera. Es decir, en primer lugar hay que internacionalizar las nuevas tecnologías en la cultura y luego se externaliza para aprovechar las oportunidades de negocio.