Las oficinas han dado paso al teletrabajo y con una diáspora de trabajadores que puede incluso estar por el mundo repartido, disponer de unas buenas herramientas para evitar males mayores es fundamental. Las dimensiones de esta red y el volumen de datos que por esta superautopista de la información debe circular son cada vez mayores. Nada puede detener el avance de una forma de trabajar que ha llegado para quedarse.

Los social media están en la orden del día y acaban siendo indispensables para conseguir que esta conexión o comunicación sea lo más fluida y eficiente posible. Sin las redes sociales muchas empresas estarían hoy en día cerradas, han sido el gran aliado de sectores tradiciones que nada más tenían que sus propias herramientas digitales.

El primero de los problemas ante una red cada vez más amplia es la seguridad. Los datos circulan y pueden ser sometidos a una serie de enemigos naturales. La información de los clientes será en cierta medida lo que más valor tiene, pero también el trabajo de cada empresa que puede ser vulnerado por aquellas personas con los suficientes conocimientos para conseguirlo.

La inversión en seguridad queda aún lejos de los estándares que se consideran efectivos dados los resultados conseguidos. Este elemento puede marcar la diferencia para la mayoría de los empresarios que prefieren invertir en sistemas, pero no en aquellas actualizaciones o personas que podrían permitirles ganar seguridad.

A la hora de elegir una red existen las VPN que son las más utilizadas por algunas empresas que apuestan por un entorno adecuado para mantener el ritmo. No son tiempos fáciles para aquellos que han tenido que recoger sus cosas y seguir trabajando desde casa con quizás una inversión a cuestas que les ha permitido sobrevivir, pero no hacerlo tal como deberían.

La red se complica, no hay espacio para todos y solo los que estén preparados podrán seguir viviendo en ella con todas las garantías posibles. No es fácil implementar sistemas de conectividad o aplicaciones que sean efectivos, para conseguir optimizar estos recursos se necesita contar con un especialista que asesore correctamente a la empresa en este tipo de elementos.

Según el nuevo informe “Potencial del SD-WAN en las comunicaciones en la era cognitiva” de IDC Research España junto con Evolutio y Cisco, el 64% de las empresas españolas ya están haciendo uso de las de redes SD-WAN, y un 36% ya están realizando un uso extensivo de las mismas.

Las redes híbridas son las que se han acabado imponiendo en estos tiempos de crisis en los que la capacidad de adaptación de cada empresa a la nueva situación se ha puesto a prueba.

Siguiendo con el mismo informe, el segundo motor más buscado es la rapidez de aprovisionamiento (33%), seguido de la optimización de su resiliencia (31%).

Unos porcentajes que indican las cualidades que este tipo de sistemas necesitan ofrecer a las empresas y trabajadores que los usan para llevar a cabo su trabajo. No es fácil conseguir una amplia red que cubra todas las necesidades, pero es posible con una inversión adecuada.

La casa en la que casi todas las empresas vivían se ha quedado pequeña. En este momento, se busca algo más grande que se adapte a sus necesidades. Debe cumplir con unas normas que no son iguales para todas.

Dependiendo del número de trabajadores que trabajan en red o de los datos que circulan por ellas cada empresa debe optar por uno u otro modelo que le acabe resultando lo más eficaz posible.

El uso de SD-WAN en comercio minorista ha permitido a pequeñas empresas a hacerse con un sistema que no necesita actualizaciones en 5 años. Una manera de cumplir con la misión más básica posible. Además de que no es complicado de implementar o de funcionar con él.

De esta manera se consigue que todo se controle desde un único ordenador. Coordinar varias tiendas o poner en valor a esos negocios que se habían quedado fuera de la gran red que se ha empezado a necesitar con esta pandemia.

El 5G será el elemento que acabará marcando la diferencia en estas redes en las que se apostará por la transferencia de datos a gran velocidad. Todo es posible con un sistema que se adapte a cada empresa o trabajador.

Partiendo de la base de que se necesita seguridad, eficiencia y velocidad, la red es el camino por el que muchas empresas han entrado a un mundo digital cada vez más veloz.

Las soluciones empresariales deben adaptarse a cada una de las empresas en función de sus necesidades para poder ser totalmente efectivas en todos los aspectos clave. El gran reto será encajar correctamente en este nuevo ambiente.