Desde los años 90 empezó a crearse una conciencia global en lo referente al reciclaje y la sostenibilidad. Los estragos de lo que pasaba en el exterior de un mundo especialmente afectado por la industrialización se empezaban a visualizar.

La población crecía a una velocidad jamás vista y los recursos empezaban a escasear. No han sido años fáciles, sino todo lo contrario, dejar atrás los plásticos y los combustibles fósiles, mirar hacia las energías renovables ha sido una pequeña transformación que seguirá en aumento.

Ahora sí, las personas empiezan a darse cuenta de la importancia a la hora de invertir en sostenibilidad, además de que la transformación digital empieza a ser una prioridad para grandes marcas.

Las principales marcas han empezado a mostrar sus preferencias en cuanto a la sostenibilidad se refiere. El mundo consume cada vez más recursos y lo hace en un planeta que cada vez tiene menos.

El universo de la ropa es uno de los que se lleva más y más materiales y recursos. Zara ha sido una de las marcas, seguida del resto de Inditex que ha hecho una apuesta sostenible durante los últimos años.

No ha sido fácil emprender el camino después de situar sus centros de producción lejos de los mercados. Pero a través de un cuidado en sus materiales a la hora de crear piezas de consumo rápido como todo lo que se refiere a ropa ha dado sus resultados.

Las low cost han sido las últimas en un mercado donde cada vez aparecen piezas sostenibles de grandes marcas. No solo las pequeñas creaciones son las que marcan la diferencia, también las grandes. El hecho de dejar atrás los productos o materias primas que perjudican al medio ambiente ya es un primer paso hacia el fin de esta dependencia energética que nos afecta a todos.

La sostenibilidad es un plus que se suma a un precio que a nadie le importa pagar, sino todo lo contrario. Se paga más por menos y se consume con mayor responsabilidad.

Los nuevos productos son los que cambian el consumo. Gracias a la llegada de la etiqueta verde en muchos elementos que se consumen a diario el mundo cambia. Es el caso de Amazon, el gigante de las tiendas online que empieza a mirar más allá de su destino emergente.

Si esta tienda online realiza un pequeño gesto con los millones de facturación que posee y el hecho de que está en todo el mundo, es capaz de arrastrar el resto de tiendas online o de consumidores para que sigan su ejemplo.

El consumidor es el primero que toma la decisión de cambiar, pero lo hace cuando dispone de las herramientas o los productos necesarios para poder hacerlo con total convencimiento. El dinero que se genera de esta acción es el que acaba repercutiendo en un cuidado mayor del planeta.

Decathlon sin plásticos, las principales tiendas de ropa empezaron su camino hacia la sostenibilidad dejando atrás este elemento. Un producto que contamina y acaba siendo perjudicial para el planeta. Con este primer paso se siguieron otros, como la búsqueda de materiales sostenibles.

El paso de la ropa es uno de los más claros porque supone un camino hacia el fin de un consumo que se ha disparado en los últimos tiempos. Compramos ropa de forma desmesurada, generando en esta compra unos residuos. Si cada año se tiran toneladas de ropa porque no sirve, el hecho de que se recicle en algunas marcas punteras estos tejidos puede ser clave para salvar al planeta.