Hemos hablado en muchas ocasiones de ciberseguridad. De hecho, hace poco publicábamos los informes relacionados con la relevancia de este asunto en los procesos de transformación digital. Y aunque es verdad que cada vez son más las compañías que les dan prioridad, no es menos cierto que todavía buena parte de las pymes lo han considerado como un aspecto secundario, pero en un momento en el que los bulos se multiplican, y el diseño de ataques es cada vez más sofisticados, son precisamente las pymes los blancos más fáciles.

Estamos viviendo en primera persona una pandemia, para la que nadie nos había preparado. Y a ello hay que sumarle que los ciberdelincuentes, y aquellos que se dedican a lanzar bulos en la red no solo no se han parado, sino que parecen haber cogido carrerilla.

Son miles los avisos de falsas noticias, y otros tantos los de intentos malintencionados de hacerse con los datos del usuario. La policía utiliza las redes para poner en alerta a los usuarios de algunos de los más nocivos y masivos. Desde supuestas comunicaciones de la Administración pasando por avisos de paquetes que supuestamente hay que recoger. No caer no es fácil, sobre todo cuando la conciencia de digitalización social todavía necesitaba atar muchos flecos.

Precisamente por todo esto vivido a la vez, los especialistas creen que nos servirá de lección. Y que cuando todo esto pase, empresas, autónomos, particulares y gobiernos se tomarán mucho más en serio la seguridad digital. De hecho, las personas a nivel particular parecen haber tomado nota, a la vista de los datos de búsquedas de antivirus que se han multiplicado por más de 100 y las compras de licencias de estos programas.

Los gobiernos han tenido que avanzar estrategias que impidan a los hackers poner en riesgo la red hospitalaria, ya que los ataques han sido masivos. Las empresas, sobre todo aquellas de mayores dimensiones y de primera necesidad han tenido también que reforzar sus protocolos. A marchas forzadas en la mayor parte de los casos. Y, por el momento, han conseguido frenarles.

Por todo esto, es muy probable que el concepto que tenemos actualmente de ciberseguridad cambie. En lugar de ser algo abstracto que solo afecta a grandes compañías debería ser considerado como algo que depende de todos. Tomar medidas desde la pequeña escala del usuario, hasta la gubernamental será percibido como una prioridad.

Aunque para muchos este período de incertidumbre casi absoluta impide imaginarse el futuro, los especialistas en la ciberseguridad y en la transformación digital consideran que no dentro de mucho la misma será considerada un derecho en una sociedad hiperconectada.

Por esa razón, la tesis del cambio de concepto de la seguridad en Internet que comentábamos antes será probablemente el comienzo de los cimientos de esta nueva concepción.

Cabe recordar que el 2020 comenzó con un gran reto en cuanto a las ciberamenazas con un incremento del ransomware que no alcanza punto alguno de inflexión. Cibersecuestros y bloqueos de sistemas a nivel empresarial, profesional y personal seguían siendo la tónica aún antes de la llegada de una pandemia que ha incrementado las amenazas hacia los sectores estratégicos y se aprovecha de aquellos a los que la falta de actividad les ha hecho bajar la guardia.

Considerando que además para los delincuentes el coste-beneficio del ataque a una pequeña empresa era enorme, porque sus medidas de seguridad eran bajas o nulas comparados con entidades como las financieras que invierten hasta un 8% de su presupuesto tecnológico en esta cuestión.

Pese a que muchos estudios y análisis hablaban de una mejora generalizada, los profesionales ponían de manifiesto que los presupuestos no eran acordes a los objetivos.

Ahora, en el momento de mostrar la importancia que tenían, la ciberseguridad pasará de ser un “lujo” a una prioridad, porque puede poner en jaque la actividad económica de una empresa, o conseguir que una sociedad pague un alto precio en el caso de los hackeos a gobiernos y entidades públicas. Ya no es una posibilidad, es una realidad que muchos han tenido que vivir en una situación incierta. Así que ahora, es muy probable que todo el mundo comience a dar pasos para un mundo digital más seguro.