Uno de los principales retos a los que se enfrentan los expertos en marketing digital es a organizar el trabajo en equipo de una forma eficiente. Teniendo en cuenta que la información proviene de múltiples fuentes y canales, es necesario utilizar las herramientas adecuadas para abordarla y responder a las necesidades del mercado. En la actualidad, la metodología Scrum es una de las mejores herramientas que existen para organizar el trabajo. Basada en la adaptación y la transparencia, su principal objetivo es generar valor mediante soluciones adaptables para problemas que entrañan una cierta complejidad. Para poner en marcha la metodología Scrum, la compañía debe designar a un Scrum Master y a un equipo Scrum.
La definición de la guía oficial de Scrum es la siguiente: “Es un marco ligero que ayuda a las personas, equipos y organizaciones a generar valor a través de soluciones adaptables para problemas complejos”. El Scrum Master se encarga de crear el entorno idóneo para coordinar el trabajo en equipo con el propósito de solucionar un problema complejo. El equipo Scrum es una parte fundamental de la metodología ya que tiene la función de convertir el trabajo en un aumento de valor durante un sprint. Al finalizar el sprint, todas las partes interesadas revisan los resultados obtenidos y realizan los ajustes que sean necesarios.
Los valores sobre los que se sustenta Scrum son los siguientes: apertura, coraje, compromiso, respeto y enfoque. El equipo es la unidad que soporta la metodología. Profesionales multidisciplinares que trabajan en sintonía, sin jerarquías ni departamentos. En el equipo Scrum hay tres grandes roles: el Scrum Master, el propietario del producto y los desarrolladores.
El rol más importante es el de Scrum Master, que se encarga de implementar la metodología y ayuda al equipo y a la organización en su conjunto a entender en qué consiste desde el punto de vista teórico y práctico. Un líder con múltiples tareas, tales como: formar a los miembros del equipo en multifuncionalidad, garantizar que todos los eventos se lleven a cabo, trabajar para eliminar los obstáculos, fomentar la colaboración de las partes interesadas…
En el ámbito de la eficiencia organizativa, el trabajo en equipo es una de las herramientas más relevantes. Este tiene lugar cuando un grupo de profesionales trabajan de forma conjunta hacia un objetivo común. No se trata de que cada miembro haga una determinada tarea, sino de que todos colaboren y participen en cada una de las tareas. Esto fomenta en gran medida la comunicación eficaz y la sinergia de equipo.
A esto hay que sumar que el trabajo en equipo mejora de forma significativa la lluvia de ideas. Los miembros se sienten cómodos compartiendo sus ideas y pensamientos si previamente se ha construido una relación de confianza entre ellos. Para ello, es necesario que el líder incentive la participación y motive a los miembros del equipo.
El hecho de que cada empleado trate de resolver problemas por su cuenta puede ser complicado. En cambio, el trabajo en equipo ofrece soluciones más efectivas y rápidas. Esto ayuda a crear un proceso eficiente para la resolución de problemas y a mejorar la cultura corporativa.
El sprint es una especie de “contenedor” en el que se almacenan todos y cada uno de los eventos de Scrum. Se usa para generar constancia y minimizar la necesidad de organizar reuniones que no están definidas previamente. El sprint es un evento de longitud fija, generalmente de un mes como máximo, que marca el ritmo del proyecto. Una vez finalizado un sprint, el siguiente comienza de forma inmediata.
Los desarrolladores Scrum son las personas crean cualquier aspecto que proporcione un incremento de valor a cada sprint. Sus habilidades específicas varían en función de la actividad de la compañía y los objetivos a alcanzar. En la gran mayoría de casos, sus responsabilidades son las siguientes: creación de un plan para cada sprint, fomentar la calidad del trabajo en equipo, adquirir responsabilidad y crear un plan diario.
Cuando empieza cada sprint, todos los miembros del equipo de trabajo realizan una planificación para definir el trabajo que se va a realizar para el mismo. Uno de los aspectos más relevantes es determinar la razón por la que el sprint es tan valioso. Además, hay que fijar los elementos de trabajo que se van a incluir y cómo se va a realizar el trabajo.
El Scrum diario es una reunión de 15 minutos que se lleva a cabo todos los días. En ella, los desarrolladores del equipo inspeccionan el progreso hacia el objetivo definido y adaptan el trabajo tal y como consideren. Se trata de planificar la jornada y exponer cuáles han sido los problemas hallados hasta el momento.
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