La industria alimentaria está en el ojo del huracán ante un mundo cada vez más contaminado. El crecimiento de la población se ha producido de forma exponencial, afectando de lleno a los recursos del planeta.
El consumo de carne ha aumentado, siendo uno de los elementos que más ha dejado huella en el medio ambiente. Durante los últimos años ha sido fuente de grandes discusiones y de una creciente tendencia al veganismo.
No comer carne o los lunes sin carne son pequeños gestos que, aunque parezca que nada tengan que ver con el medio ambiente no es así.
Un peligro constante que incide directamente en el calentamiento global y es responsable del temido cambio climático. Si vamos por partes, esta producción se relaciona directamente con un sector cárnico que ha aumentado durante los últimos tiempos en todo el mundo. A pesar de que cada vez hay más alternativas a este alimento, el consumo sigue siendo demasiado alto en algunos países del mundo.
Un 58% del total de emisiones del sistema alimentario corresponde a la generación de productos animales, y a su vez, un 50% de las mismas corresponde con la producción de carne de ternera y cordero. La masificación a la hora de producir estos animales que se usan para obtener carne o leche ha dado lugar a emisiones de Co2 nunca vistas.
La alimentación del ser humano, la especie que ha acabado siendo la reinante en el planeta tiene sus efectos sobre el resto de los habitantes. Las emisiones de Co2 provienen fundamentalmente del ser humano que es el principal causante del cambio climático o al menos de su aceleración. De forma natural la tierra ha sufrido diversas etapas climáticas, pero en este caso están llegando de forma acelerada por la acción del hombre.
es uno de los efectos más peligrosos del cambio climático. Pone en riesgo las ciudades costeras y amenaza gran parte de la población.
causarán la despoblación y el hambre en varios países del mundo. No se podrá cultivar ni habitar en determinadas zonas.
y las enfermedades que aparecen como consecuencia de este desequilibrio de se produce en este cambio climático rápido.
Estos son algunos de los efectos más visibles, cambios en el clima, tormentas e inundaciones que se combinan con sequías que pueden acabar cambiando para siempre la geografía del planeta.
La industria alimentaria tiene un gran peso sobre las emisiones de Co2. Un cambio de dieta puede salvar el planeta. El veganismo, vegetarianismo o simplemente reducir el consumo de carne es vital para poder reducir el impacto de este tipo de industrias en el medio ambiente.
Lo que empezó siendo una forma de cuidarse y de respetar a todos los seres vivos, puede tener la clave para salvar a la humanidad.
En un país como Estados Unidos reducir el consumo de carne o apostar por dietas saludables reduciría hasta un 17% las emisiones de Co2 de la industria alimentaria. Una cantidad nada despreciable si le sumamos los beneficios en las personas. Menos infartos o algunos tipos de cáncer asociados a la comida.
El aumento del consumo de carne en Estados Unidos de los últimos años ha afectado a una parte de la población y además ha ayudado al aumento de los efectos del cambio climático.
La industria alimentaria es una de las primeras que estará al día en cuanto a sostenibilidad se refiere. En el punto de mira por la producción de Co2 existen algunas medidas que pueden ayudar a luchar contra el cambio climático.
La eficiencia a la hora de aprovechar los recursos, la producción y el agua con la que se produce se debe controlar al máximo. Hoy en día en los países del primer mundo se tira una gran cantidad de comida.
Cero residuos es el objetivo a batir. Una forma de evitar gastar de más, de igual forma que una producción con energías renovables puede ayudar a evitar cualquier desperdicio energético que aumente esta producción de Co2.
La innovación en el sector agroalimentario se encarga de intentar acabar con el estigma de culpabilidad de la huella ambiental que se genera. La industria alimentaria y su reducción de emisiones es el gran reto de esta década.
El destino del planeta está en manos de esta industria y del comportamiento de cada persona, cada gesto se necesita en esta cuenta atrás para frenar el cambio climático.
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