Cuando se hablaba hace apenas unos años de Inteligencia Artificial, a más de uno le venía a la cabeza una especie de cerebro autónomo a similitud de los humanos que de algún modo tenía una especie de voluntad propia. Algo como lo que se vende en muchas películas de ciencia ficción y que si se compara con las que eran de este género en los 80, no iban tan desacertadas viendo el mundo en la actualidad. Sin embargo, hoy sabemos que la Inteligencia Artificial no es más que un producto complejo de un procesamiento masivo de datos del que se extraen una serie de conclusiones que se utilizan en casos específicos. Eso no implica que no sea complejo o no tenga todavía mucho recorrido, pero cabe aclarar esos conceptos de que un robot con voluntad propia sin guía humana como tal, es muy poco probable se cree.

El último de los informes publicados por IT Research muestra la evolución de la inteligencia artificial en la empresa, y de cómo sistemas basados en ella se han ido implementado y ganando peso en las inversiones en digitalización.

Inteligencia artificial e innovación van de la mano, y las oportunidades que abre se dan en todos los sectores y tipos de empresa, ofreciendo al mismo tiempo estrategias para mejorar el entorno de trabajo. Sin embargo, su alto coste, así como la falta de especialistas y de visualizar sus posibilidades futuras son las grandes trabas que encuentra en su inversión desde el punto de vista de los negocios. Se extrae dicha conclusión de los datos obtenidos por el análisis anteriormente citado, ya que solo un 12% de los consultados asegura tener implantado un sistema basado en IA en su compañía. Ahora bien, sí parece darles la razón aquello de que la próxima revolución será la IA, ya que un 18% concluye que se aplicará en el corto plazo en sus compañías y un 10% lo describe como una alta prioridad.

El interés de los que gestionan negocios en la IA parece ser prioritario. De hecho, cuando se les pregunta acerca de la posible aplicación a corto plazo de las tendencias TI predominantes, la mayoritaria es la inteligencia artificial. Supera a otras cuestiones que siguen siendo importantes, e incluso prioritarias dependiendo del sector de la compañía. Por ejemplo blockchain, IoT, o chatbots.

Sin embargo, si bien se le da mayor relevancia a la inteligencia artificial, y parecen tener claro que se aplicará a corto plazo en su compañía, también resulta llamativo el sector al que se va a aplicar. Es decir, para qué van a implementar la IA en sus empresas. Y en este caso, no hay opiniones variadas. Todos parecen tener muy claro que en dónde la misma les ofrecerá mayores rendimientos es en TI y en marketing.

Ahora bien, se habla de la inteligencia artificial como la siguiente gran revolución como si se tratase de algo que todavía no se ha llevado a cabo. Y esto no es del todo cierto. Es más, lo tenemos más cerca de lo que puede llegar a parecer. Hay casos de experimentos médicos, centrados sobre todo en la prevención, en los que se ha incorporado inteligencia artificial y se ha estudiado cómo esos sistemas logran predecir mejor que los mejores equipos de médicos. Es cierto que son esos médicos los que han sido capaces de dar con la tendencia de marcadores iniciales, y los que siguen dando diagnósticos en base a su experiencia y conocimientos. Pero cuando se ponen frente a frente, la máquina consigue afinar aún más los resultados, mejorando obviamente el tratamiento de algunos de esos pacientes que se quedaron fuera del diagnóstico.

Si bien son muchos los que ya han experimentado con inteligencia artificial en muchos campos, es quizás en el de la medicina en el que se conocen más conclusiones públicamente. Y el gran reto entre estos equipos de investigadores está en entender qué ha llevado a la máquina a dar como un posible diagnóstico temprano un caso que se le ha escapado a los médicos. Se sabe que la máquina llega a ello con datos que ellos mismos han introducido, pero todavía se desconoce el proceso que utiliza para prever ese desarrollo de la enfermedad en una fase temprana. Eso sí que será una gran revolución. Entender el cómo la máquina ha conseguido hacerlo. De ese modo, las posibilidades siguientes serían casi infinitas.

Está claro que seguiremos hablando mucho de la IA y de cómo nos permitirá cambiar las empresas, sus procesos, sus productos y servicios y, sobre todo, cómo la misma va a mejorar nuestras vidas.