El trabajo en remoto es una realidad para muchas empresas. La forma de mantener su actividad sin incumplir las restricciones. Pero, unir a varias personas en un lugar cerrado puede acabar generando un problema mayor.
En pleno confinamiento y después se ha optado por un modelo mixto o directamente instaurar un programa de trabajo en remoto. La propia administración del estado permite a sus trabajadores teletrabajar hasta 3 días a la semana para de esta manera favorecer este tipo de modelo productivo.
Para adaptarse a los nuevos tiempos, la forma de liderar estos equipos a distancia es clave.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística en 2019 había un total de 950.000 personas que ya trabajaban a distancia. Una cifra menor si la comparamos con la del resto de países de la UE o de Estados Unidos a la cabeza de este tipo de trabajos. El trabajo en remoto, en caso de poderse realizar, asegura la productividad y ahorra costes a la empresa.
El confinamiento fue algo que sorprendió al mundo y al país entero. España tuvo que adaptar diferentes profesiones al teletrabajo a corre prisa. Se dispararon las ventas en productos electrónicos de primera necesidad, los ordenadores portátiles o las tabletas para seguir con el trabajo desde casa o estar en contacto con los miembros del equipo. Después del coronavirus la situación ha dado lugar a una digitalización ‘forzosa’.
Trabajar en remoto tiene sus ventajas e inconvenientes. Supone un ahorro de tiempo para el trabajador. Nadie cuenta el camino al trabajo como jornada laboral, pero puede llegar a perderse hasta una hora al día o más en ir y venir de la oficina. Con el trabajo en remoto se produce un ahorro significativo de este elemento.
Por el contrario, requiere una adaptación de espacio en casa, que supone una inversión para la empresa o el propio trabajador. Este elemento sumado al gasto energético de trabajar desde casa es el que ha acabado imponiéndose como principal barrera entre ambos agentes implicados. La invasión del espacio privado del trabajador, la empresa entra directamente en su casa para instaurarse en este lugar.
El trabajo en remoto supone una inversión de esfuerzos por ambas partes, pero también un refuerzo de la seguridad. Los datos de la empresa viajan con el trabajador se exponen fuera de la organización. Las contraseñas y los sistemas de seguridad para asegurar un correcto funcionamiento de la organización son vitales. Se está implementando un sistema que ayude a mantener la funcionalidad de un sector que está en alza.
El trabajo en remoto debe agilizarse. Realizarse de la misma forma o mejor que en la oficina. En un entorno casero las distracciones son varias, los inconvenientes pueden ser muchos y el resultado final de esta suma de elementos puede acabar generando una improductividad que no se puede sostener. La productividad y las garantías de que el trabajo se realice correctamente es lo que acabará marcando la implementación de forma correcta del teletrabajo para las empresas.
La seguridad y la productividad van de la mano en unos nuevos equipos de trabajadores que han dado más de un problema.
es el primer elemento que un líder de trabajadores en remoto debe poner sobre la mesa. Confiar en que se realizará el trabajo y que el trabajador será responsable. La autonomía de una persona depende en gran medida de la organización, adaptar el trabajo al tiempo y no sobre exponerle a un proyecto u objetivos poco realistas.
en un trabajo en equipo correcto. Los integrantes del equipo deben poder manifestar cualquier inconveniente o plasmar cualquier duda de forma eficiente. Sin esa comunicación ni el líder ni el equipo podrán cumplir con los objetivos marcados de forma eficiente o correcta.
por lo tanto, se requiere que cada uno de los procesos estén bien argumentados. El líder debe trazar unas estrategias que sean perfectamente aplicables y se puedan materializar en el tiempo y espacio de que se dispone.
es fundamental para un trabajo en remoto, de lo contrario, ni el líder ni el equipo van a poder desarrollar sus tareas correctamente. Aquí entra la voluntad del trabajador y los recursos o espacio de que disponga para conseguirlo.
¿Eres un proveedor de soluciones TIC y quieres aparecer en este portal?
¿Eres una empresa y no encuentras lo que estás buscando?
Recibe, cada dos semanas, todas las novedades sobre las tecnologías de la información para empresas.
El Responsable del tratamiento de tus datos es la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid (Q2873001H), que tratará los datos con la finalidad de gestionar tu suscripción y mantenerte informado de productos y servicios de esta Corporación. La legitimación para el tratamiento es el propio consentimiento del usuario y interés legítimo de la Cámara. No se cederán los datos personales a terceros, salvo obligación legal o indicación expresa. Puede ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición, así como el ejercicio de otros derechos, remitiendo un correo electrónico a dpd@camaramadrid.com. Puedes consultar información adicional y detallada sobre la política de privacidad.