Lo primero y más importante es saber qué son exactamente los contactos inactivos. Se denominan como tal a aquellas personas que no han interactuado con ninguno de los correos electrónicos de la empresa durante un tiempo, pero que tampoco se han dado de baja de la suscripción. Continúan recibiendo las comunicaciones, pero no prestan ningún interés por las mismas.

Una vez identificados los contactos inactivos, que también reciben el nombre de leads fríos, la organización debe conocer por qué razón están actuando así y cómo está afectando esto a la estrategia de marketing. Uno de los motivos más comunes por los que los suscriptores a las newsletter de una marca ni siquiera abren los correos que reciben es que éstos van a la carpeta SPAM y, en consecuencia, pasan completamente desapercibidos para ellos.

También existe la posibilidad de que la campaña de e-mail marketing no esté bien diseñada, y los contactos se sientan abrumados porque la cantidad de correos electrónicos que reciben es muy alta. Por supuesto, en un momento dado los contactos pueden convertirse en inactivos porque no sienten ningún tipo de interés por el contenido de los mensajes.

Del mismo modo que las páginas web, el diseño de los e-mails debe estar optimizado para dispositivos móviles. Los contenidos tienen que ser responsive ya que actualmente más del 80% de los usuarios consultan su e-mail desde el Smartphone.

Una campaña de e-mail marketing supone un importante esfuerzo y desembolso económico para cualquier compañía, así que enviar correos electrónicos a contactos inactivos supone malgastar recursos. Además, la imagen de marca puede verse perjudicada, así como la reputación del dominio. Si las tasas de apertura son bajas y las tasas de rebote altas, es muy probable que el proveedor de correo electrónico etiquete el dominio de SPAM.

Las estrategias de re-engagement son fundamentales para optimizar la base de datos ya que facilitan la identificación de los contactos que deben ser eliminados y ayudan a reactivar los contactos fríos. Las empresas tienen que desarrollar estrategias efectivas para volver a acercar a los contactos que por algún motivo se habían alejado de la marca y no mostraban interés por ella. Tras su aplicación, su interacción aumentará.

Para elaborar una campaña de re-engagement, es indispensable identificar los contactos inactivos y segmentarlos. Así va a resultar mucho más sencillo enviarles mensajes personalizados y captar su atención. Es más, los esfuerzos de marketing deben ser lo más personalizados posible para que sean exitosos. Para la segmentación, se pueden utilizar diferentes criterios, como el periodo de inactividad de los contactos o el perfil de los usuarios.

Una vez segmentados los usuarios de la base de datos, hay que definir con precisión la estrategia de re-engagement. El plan puede consistir en un solo correo de reactivación o en una cadena de e-mails que llame la atención de los usuarios. Hay que prestar especial atención al asunto de los correos electrónicos, así como cuidar el contenido del mensaje.

Es posible llevar a cabo una campaña de re-engagement que contenga una cadena de emails para darles a los contactos la oportunidad de interactuar de nuevo con la marca de distintas formas.

Conocer a los usuarios es fundamental para saber por qué razón se han convertido en contactos fríos. Después de realizar la campaña de re-engagement, es fundamental eliminar los contactos que siguen sin mostrar ningún interés por la marca y seguir motivando a aquellos que sí le han dado una nueva oportunidad.

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