“La puesta en marcha de iniciativas innovadoras desde dentro de las compañías responde a una estrategia de crecimiento y aumento de la rentabilidad. Según nuestro análisis, siete de cada diez compañías que apostaron por la construcción de nuevos negocios como su estrategia principal crecieron a tasas superiores que la media de otras empresas de sus sectores”, explica Santiago Fernández, socio de McKinsey & Company en España.

El desarrollo de nuevos negocios, productos y servicios va asociado a la necesidad de innovar para alcanzar diferentes objetivos de crecimiento. Muchas compañías buscan acceder a nuevos nichos de mercado y anticiparse a las necesidades del público objetivo. El proceso de desarrollo no es sencillo, sino que requiere un producto análisis de mercado.

Las fases de desarrollo son las siguientes: generación y depuración de ideas, prueba de concepto, desarrollo de las estrategias de marketing, análisis de la competencia, fase de pruebas y comercialización.

Es importante prestar especial atención a las nuevas tecnologías ya que, por ejemplo en el sector de la salud, tendencias como la impresión en 3D pueden tener una gran relevancia.

“Sin duda, la pandemia ha acelerado y globalizado el fenómeno de new business building, pero en el futuro próximo se presentan nuevos retos que responden a la demanda de los clientes y del propio mercado, y las compañías deben incorporar al desarrollo de nuevos productos y servicios cuestiones como el cambio climático y un liderazgo más inclusivo”, plantea Fernández.

Las principales motivaciones para impulsar el desarrollo de nuevos negocios y productos, tanto a nivel interno como externo, son las siguientes: aumento de las ventas, optimización de esfuerzos de investigación y desarrollo, ahorro de costes, mantener el liderazgo de mercado, crear una imagen innovadora, adaptarse a las necesidades de los clientes, comenzar el proceso de transformación digital y alcanzar la fase de madurez del producto.

Según los resultados de la encuesta, en la actualidad únicamente un 15% de las compañías hacen un seguimiento exhaustivo de los objetivos vinculados con la huella de carbono y otros impactos medioambientales en sus nuevos proyectos. Además, el 46% de los CEOs europeos consideran que la sostenibilidad es una de las tendencias más importantes y que, por lo tanto, deben abordarse a través del intraemprendimiento.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y conocidos en Europa y España a través de la Agenda de Desarrollo Sostenible o Agenda 2030, son objetivos fijados para proteger el planeta Tierra. La forma más efectiva que tienen las organizaciones de demostrar su compromiso con el cuidado medioambiental es la incorporación de la ODS en la cadena de producción.

Por su parte el modelo EFQM de Transformación y Excelencia, profundiza todavía más en el concepto de sostenibilidad, y lo plantea en base a cuatro pilares: propósito y estrategia, modelo de gestión, liderazgo y cultura y cuadro de mando de resultados.

El informe refleja que, sin embargo, cuatro de cada cinco empresas de nueva creación no consiguen alcanzar una facturación superior a los 50 millones de dólares en los cuatro primeros años de vida. Un factor clave para garantizar la rentabilidad de los nuevos productos o servicios es contar con el soporte y la experiencia de la empresa matriz. Al mismo tiempo, las compañías que cuentan con al menos tres experiencias de creación de ventures corporativos consiguen generar ingresos 1,4 veces más altos.

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