La nanotecnología es el entendimiento, manejo y aprovechamiento de las propiedades que tienen los materiales en dimensiones comprendidas entre 1 y 100 nm. Su finalidad es desarrollar productos útiles que beneficien al tejido empresarial en una gran variedad de sectores.
Se inició en la década de los 90 y permite el desarrollo de nuevos materiales que se pueden aplicar en la industria. En especial, los podéis aplicar en las industrias biomédica, farmacéutica, química, electrónica, textil, alimentaria, agrícola, construcción, cosmética, deportiva y manufacturera.
La razón fundamental es que se halla aún en sus inicios. En consecuencia, supone una gran oportunidad de inversión para pymes. La innovación no solo consiste en disponer de CRM o CMS. También implica el desarrollo de nuevos productos basados en la escala nanométrica para aumentar la competitividad del tejido empresarial.
Se prevé que, en 2024, el mercado global de este tipo de tecnología mueva un volumen de negocio de 110.000 millones de euros. Por otro lado, España posee una posición privilegiada, ya que ocupa el octavo puesto de países más punteros al respecto.
La mayoría de las empresas dedicadas a ella nacen como spin off vinculadas a universidades y a centros de investigación. Cualquier área relacionada con la nanotecnología supone una gran oportunidad de emprendimiento. La razón es que cuesta poco, escala con facilidad y sale al mercado en poco tiempo.
En definitiva, es una tecnología de alto impacto, como las que te presentamos en esta guía sobre las tecnologías que poseen un valor estratégico.
La nanotecnología es un tipo de ingeniería, a escala molecular, enfocada en los sistemas funcionales. Para lograrlo, emplea herramientas y técnicas que se están desarrollando en la actualidad y recurre a dos enfoques diferentes:
Aunque, por lógica, las aplicaciones más demandadas están vinculadas a la electrónica, a la energía y a los componentes de las comunicaciones móviles, no son las únicas. Igualmente, es relevante en la medicina, sobre todo, en la regeneración de tejidos o en el tratamiento de algunos tipos de cánceres, entre otros.
Es el caso de las explotaciones agrícolas y ganaderas. Respecto a las primeras, mejora mucho la calidad de los fertilizantes y de los productos destinados al control de las plagas. En cuanto a las segundas, incide en la productividad y bienestar de los animales a partir de los aditivos o de las vacunas para garantizar su óptima salud.
La nanotecnología favorece prácticas más eficientes y la creación de productos más saludables y sostenibles a un menor precio.
Si tenéis en cuenta que reubicando las nanopartículas del grafito de la mina de un lápiz, podéis obtener un diamante, ya imaginaréis su potencial. No solo es susceptible de revolucionar la industria de dispositivos tecnológicos, sino también, por ejemplo, la textil. En cuanto a esta, los tejidos inteligentes parecen dibujar su futuro. Serían textiles que repelen las manchas, antiolores, autolimpiables, con microchips térmicos o que cambien su color.
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Asimismo, puede tener un gran impacto en el envasado de alimentos o, incluso, en la fabricación de los mismos. Desde esta perspectiva, proporcionaría todas las propiedades nutritivas, de sabor y de olor requeridas para una nutrición más eficiente y eficaz.
Dentro de la medicina, son diferentes las áreas donde se está aplicando la nanotecnología en la actualidad. Así, es muy útil para la detección temprana de enfermedades. Por ejemplo, la empresa madrileña Mecwins posee un sistema patentado que utiliza el ADN para el diagnóstico.
Para el diagnóstico precoz de enfermedades, otras empresas están trabajando en la fabricación de nanochips inyectables. Estos facilitan el control de las constantes vitales con eficacia.
A su vez, juega un valioso papel en la regeneración de tejidos. Esto supone una revolución en la industria cosmética, pero también al tratar algunos tipos de cáncer. Por ejemplo, la empresa catalana Endor Technologies consta de dos líneas de negocio. Por una parte, se encarga de fabricar nanomateriales que contribuyen a la regeneración de la piel. Y con las ganancias, financia la segunda línea. Consiste en un tratamiento para bloquear los mecanismos por los que un tumor aumenta. Lo aplican, de momento, para el cáncer de páncreas y están obteniendo buenos resultados.
Otra de las aplicaciones es el tratamiento del Alzhéimer. A día de hoy, se utilizan fármacos que inhiben la enzima acetilcolinesterasa. Sin embargo, presenta la limitación de que no es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica. Por tanto, la enfermedad se ralentiza, pero no hay mejorías. Las nanopartículas poliméricas, mediante una administración intranasal, están proporcionando grandes alegrías en este campo.
Esta tecnología posibilita la creación de semiconductores más pequeños que los actuales. Esto supone una rebaja en los costes y una mayor potencia, al tiempo que incrementa la productividad final de las fuentes de energía sostenible. En consecuencia, las baterías de silicio o litio podrán ser sustituidas a corto o medio plazo por baterías de flujo. Se basan en líquidos que poseen una red de partículas fluctuantes y que pueden ser más baratas.
El hecho de poder sustituir los semiconductores tradicionales representa un impulso tremendo a toda industria, especialmente a la renovable. Hasta ahora, ha sido imprescindible en ellos. Por esta razón, hay tantas empresas invirtiendo en la fabricación y exportación de paneles solares y aerogeneradores.
Así pues, la nanotecnología está llamada a revolucionar el tejido empresarial de nuestro país. Nos vamos a encontrar con una forma muy diferente de abordar tanto la fabricación de productos como el tratamiento de enfermedades. El desafío en el corto plazo reside en encontrar la financiación para llevar a cabo los proyectos, ya que, si bien suelen rentabilizarse rápidamente, la inversión inicial es muy alta. Si queréis invertir o emprender en innovación, ¿a qué esperáis? Estudiad a fondo las posibilidades de la nanotecnología.
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