Sumarse al carro es ir en busca de la modernización y quedarse atrás supondrá un estancamiento del que será difícil salir. Es una carta con la que todos queremos jugar, ir en busca de una serie de ayudas que pueden servir para lanzar a la industria de este país en la dirección adecuada.

Después del cierre ocasionado por el coronavirus llega una nueva puerta que se abre, el futuro está presente en muchas empresas que ven llegar la oportunidad para renovarte o morir literalmente.

Las ayudas públicas para hacer frente a la crisis derivada del coronavirus están esperando llegar a España. La Unión Europea se ha dotado de grandes herramientas para mantener la actividad a pleno rendimiento.

Una cifra aproximada de unos 750.000 millones de euros, entre créditos y ayudas a fondo perdido, es lo que se calcula que llegará a las manos de los empresarios y sus trabajadores en este periodo de recuperación.

Los sectores más afectados son aquellos que se han quedado totalmente frenados por la pandemia. Las empresas que han cerrado sus puertas o que han hecho grandes inversiones de dinero para seguir trabajando en plena crisis y con la amenaza del virus a las puertas. El riesgo elevado de contagio en espacios cerrados ha hecho que todo se reinterprete y acaba empujando una transformación digital a gran velocidad.

Los tiempos han cambiado y las oficinas se han quedado vacías. El teletrabajo es una realidad que se impone en un mundo en el que las aglomeraciones de personas parecen poner en riesgo toda la economía de una empresa o de un país. Los fondos de recuperación están en la lista de los elementos materiales que pueden ayudar a cambiar por completo la industria española.

La inversión de estos fondos es la clave para para la supervivencia de la industria y empresas de este país. El camino hacia la digitalización es fundamental para conseguir seguir siendo competitiva una empresa.

Invertir en innovar, las dos y que deben ser el pilar fundamental de la industria en este país. Los fondos europeos llegarán para dar un empujón a aquellos negocios que con la pandemia han firmado su sentencia. Algo que se debería realizar de forma regular, la inversión en seguridad informática, digitalización o en la creación de nuevos productos se acabará imponiendo a marchas forzadas.

La industria tradicional y más próxima es la que ha visto cómo sus puertas se cerraban. Antes del covid podía competir, con la llegada de la pandemia se ha encontrado con un muro infranqueable o avanza o desaparece del todo. El cierre total de algunas plantas, sumada a una reestructuración del sistema son grandes puntos de encuentro en esta nueva era que llega.

El turismo y todos los sectores relacionados, sumados a la cultura y el ocio son los grandes perjudicados por esta crisis. La industria española que sirve de fuente de estos sectores se ha visto condicionado por la llegada de esta pandemia que lo ha cambiado todo. Es un nuevo escenario en el que deben competir todos con las cartas iguales o parecidas para poder ganar en esta transición.

La industria española lleva años en estancamiento permanente. La inversión en factores claves, la modernización del sistema o las herramientas para hacerla más competitiva se ha quedado atrás. En esta pandemia se ha podido ver las empresas competitivas, aquellas que estaban preparadas para afrontar los cambios que deberían ver llegar.

La industria agraria es una de las más poderosas del país que ha visto frenada su exportación en todo el mundo. Necesita reinventarse para promocionar nuevos productos, para estar preparada para una nueva crisis.

Con los recursos que llegarán al producto que nace de nuestra tierra, la marca España se enfila hacia una especialización. Se vende calidad e innovación, el aceite ya no será más aceite, sino que se convertirá en una experiencia gastronómica completa.

La modernización, la mirada al mundo virtual, a la venta telemática y a todos los sectores que puede conseguir que fluyan las ventas. Esa nueva imagen, modernización de unos sectores que se han visto estancados durante años es lo que ha traído consigo la pandemia. La llegada de una puerta abierta hacia unos fondos europeos.