El empleado español siente de manera generalizada que necesita formación en teletrabajo

El coronavirus cambió sustancialmente la manera en la que se trabaja en la empresa española, y en todo el mundo. La mayor parte de los expertos en economía reconoce que la pandemia aceleró todas las transformaciones laborales que estaban en marcha y, de alguna manera, admiten que no hay vuelta atrás.

Por eso resulta fundamental comprender las cuestiones que afectan negativamente al teletrabajo por parte de los empleados para solventarlas lo antes posible y conseguir que la productividad mejore.

Uno de los últimos estudios acerca de las repercusiones que tiene el trabajo remoto en España y en Latinoamérica ha sido elaborado por el IEBS Business School. En él se encuentran datos muy relevantes que deben hacer reflexionar a los directivos sobre cuestiones que afectan a sus plantillas.

De hecho, a nivel global, el 40% de los trabajadores que han sido encuestados responden que no están preparados para el trabajo en remoto.

Centrándonos únicamente en el caso español, los números son todavía más llamativos. Aunque un 56,8% de las compañías dicen haber formado a sus empleados para el trabajo en remoto, el 75,1% de los trabajadores cree que no ha recibido la formación adecuada para desempeñar su trabajo de manera no presencial.

El teletrabajo era algo poco habitual en España antes de la pandemia

Una de las cuestiones que más afecta a la sensación de falta de competencias y herramientas para teletrabajar ha sido el hecho de que la mayor parte de empleados no habría trabajado jamás en remoto previamente a la pandemia. De hecho, el 90% de ellos no lo había hecho, o solo lo hacía una vez a la semana. Ese era el escenario pre-covid19. Actualmente, de los encuestados, el 82% teletrabaja entre la mitad de sus jornadas diarias y el total de las mismas. El cambio ha sido muy sustancial.

Trabajo en remoto como un aliciente para cambiar de empleo

Pese a la opinión generalizada de la falta de medios o conocimientos para desempeñar su trabajo en remoto, los empleados ven el teletrabajo como una metodología con importantes ventajas.

Los españoles destacan sobre todo la posibilidad de conciliar. Y es precisamente por ello que casi el 95% afirman que si cambian de trabajo darían prioridad a empresas que les permitan, como mínimo, teletrabajar una vez a la semana.

Por lo tanto, si las compañías emplean sus recursos en mejorar las sensaciones negativas que genera esta nueva forma de realizar las jornadas, tendrán una clara ventaja competitiva en atraer talento.

Puntos débiles de las jornadas en remoto en los que deben centrarse las empresas

Si el teletrabajo tiene muy buena acogida y resulta para los empleados una ventaja incluso a la hora de cambiar de empleo, es una tesis que las empresas deberían fomentar. Sin embargo, si se analizan los puntos negativos que esos trabajadores exponen, se puede lograr crear un ambiente todavía más positivo que se transforme en una ventaja competitiva real a la hora de captar talento y que, al mismo tiempo, incida en la productividad. En el caso español, la media es muy inferior a la europea, por lo que las empresas podrían encontrar en ese trabajo remoto una fórmula para incrementarla.

Mejorar la productividad en casa

Las cuestiones más relevantes como puntos de mejora que preocupan a los empleados y que inciden directamente sobre su actividad en la empresa son tres:

❌ Falta de contacto social.

❌ Fallos de comunicación.

❌ Sensación de baja productividad.

A continuación analizamos algunas posibles soluciones que pueden ayudar a tu compañía a transformar una desventaja en una ventaja.

Falta de
contacto social

Actualmente, se debate sobre el papel que deben jugar no solo las oficinas, sino los conocidos como terceros espacios. Se trata, generalmente de coworkings deslocalizados que permiten a los empleados trabajar desde allí cuando lo necesiten y que, generalmente, se ubican muy cerca de sus domicilios. Con esta solución se mejora la socialización, y también se crean nuevas sinergias al colaborar con profesionales de otros sectores y empresas.

Fallos en
la comunicación

La empresa debe liderar el equipo aunque el mismo no esté presente de manera presencial. Existen multitud de herramientas de gestión, control y comunicación que solo requieren de un ordenador y conexión a Internet para plantear reuniones, compartir opiniones, hacer revisiones y cualquier otra tarea propia de la jornada laboral. El equipo de dirección debe analizar qué aplicaciones deben implantarse o qué medidas deben implementarse en términos de mandos intermedios y resolución de dudas/inconvenientes de los empleados.

Baja productividad
de la actividad
laboral en remoto

Esta sensación de algunos empleados la comparten también los empleadores. Cada caso es diferente, y por ello es fundamental hacer un análisis objetivo de qué está fallando. Cuando se encuentren las causas, las soluciones serán variadas dependiendo de las mismas.

Si bien la mayoría de empresas que implementaron de un día para otro el teletrabajo en la primera hora lo hicieron porque no quedó otra y surgieron a raíz de ello muchos inconvenientes, ha pasado casi un año desde ese primer ensayo. El trabajo en remoto ha llegado para quedarse y es ventajoso para ambas partes. Sobre todo si las organizaciones apuestan por analizar con detalle los puntos de mejora e implementar soluciones a los mismos.