Tras el impacto de la pandemia, las organizaciones están redefiniendo sus prioridades para responder de una manera integral a la transformación organizacional que necesitan, la cual se ve influenciada por un entorno de inestabilidad económica, el impacto de la guerra de Ucrania, la creciente desigualdad social, la emergencia climática y el cambio que se está produciendo a nivel estructural en el sistema económico, como consecuencia de la transición de tecnologías analógicas o físicas a sistemas de datos digitales. Dentro de este contexto de transformación, la digitalización ocupa una posición preferente dentro del ranking de prioridades empresariales, a nivel de inversión.